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Esta instalación propone una mirada del proceso migratorio contemporáneo desde la experiencia de mujeres latinoamericanas en Chile, por medio de la unión de variadas técnicas y lenguajes artísticos. Se trata de una serie de pequeños collages enmarcados en portarretratos de segunda mano, pues no hay sentido en montar la imagen de lo vulnerable sobre marcos relucientes cuando la historia detrás denota precariedad y privación de oportunidades, así la disposición de esta serie tiene lugar sobre una repisa construida con tablas 'sobrantes', los collages se posicionan sobre retazos de tela estampados, así la gráfica experimental se presenta tanto dentro como fuera de los marcos.

"No lo dije yo, lo dijo una mujer migrante" es el resultado de un cuerpo de obra basado en la investigación de la migración femenina en Chile y pone sobre la mesa un espacio donde se analizan y cuestionan los modelos relacionales de la sociedad contemporánea, desde la problematización género-etnia-clase que se da a través de la recolección de relatos de mujeres entrevistadas. Bien existen muchos factores que pueden ser vistos como antecedentes y/o motivaciones a la hora de movilizarse internacionalmente, es importante entenderlos desde las distintas perspectivas económicas, sociales y culturales como un conjunto integrado que muta en constante dependencia y consecuencia.